viernes, 31 de mayo de 2013

El miedo

"Cuanto menos miedo, mejor. El miedo nos castra. El miedo nos degrada. Contribuir a reducir el miedo: esa es tu tarea y la mía."

Némesis. Philip Roth

miércoles, 29 de mayo de 2013

Trastornos del Neurodesarrollo

Recientemente, se ha publicado una noticia que crea más controversia aún sobre el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). "El descubridor del TDAH manifiesta antes de morir que el TDAH es un trastorno ficticio". La noticia es escueta pero ha llamado mucho la atención, y no es para menos. Lo peor de todo, es que el psiquiatra en cuestión, Leon Eisenberg, ni siquiera quería decir eso. Una mala traducción ha malinterpretado lo que realmente quería decir; el TDAH sí existe pero está siendo sobrediagnosticado.

¿Dónde enmarcamos el TDAH? Este trastorno se enmarca dentro de los llamados Trastornos del Neurodesarrollo (TND). Esto significa que los problemas aparecen durante la formación del Sistema Nervioso por causas relacionadas con factores genéticos, modulados por factores ambientales (consumo de alcohol y tabaco durante la gestación), problemas perinatales y condiciones sociales adversas. El sistema nervioso regula las funciones motoras, cognitivas y emocionales. Por tanto un fallo en el buen desarrollo de éste puede resultar en problemas de coordinación motora, equilibrio, atención, impulsividad, etc.

Dentro de los TND también entrarían los Trastornos del Espectro Autista (TEA) o los Trastornos Específicos del Lenguaje (TEL) entre otros.

Todos estos trastornos suelen encontrarse los unos con los otros, se da por tanto una alta comorbilidad. Es más raro encontrar un TDAH o un TEA puros que un intercambio de síntomas de un trastorno y otro. Teniendo en cuenta esto, nos encontramos con el problema de las etiquetas. Además de los conocidos inconvenientes que causan en el estigma social, muchas veces no es posible poner una etiqueta determinada porque el niño no cumple con los criterios necesarios para recibir un diagnostico determinado. En cambio sí se presentan una serie de síntomas de uno y otro trastorno.

Ante esta situación, Christopher Gillberg propone una actuación temprana e interdisciplinar (psicólogos, neuropediatras, pedagogos, médicos de familia, terapeutas ocupacionales, etc.) para aquellos niños que antes de los 5 años presenten síntomas incapacitantes en uno o más de los siguientes dominios: desarrollo general, comunicación y lenguaje, interacción social, coordinación motora, atención, actividad, conducta, estado de ánimo y sueño. 

Por tanto, independientemente de que encaje más en un trastorno u otro, el niño con síntomas de un TND debe recibir atención temprana porque no hay que olvidarse, de que estamos hablando de un periodo en el que aun está madurando el cerebro, un periodo crítico del aprendizaje. 

Referencias:
  • Christopher Gillberg. The ESSENCE in child psychiatry: Early Symptomatic Syndromes Eliciting Neurodevelopmental Clinical Examinations. Institute of Neuroscience and Psychology. Child and Adolescent Psychiatry. University of Göteborg, Sweden.
  • Josep Artigas (editor) El niño incomprendido. Amat editorial
  • J. Artigas-Pallarés. Atención precoz de los trastornos del neurodesarrollo. A favor de la intervención precoz de los trastornos del neurodesarrollo. REV NEUROL 2007; 44 (Supl 3): S31-S34



miércoles, 22 de mayo de 2013

Método de estudio: cuida tus hábitos y tu cerebro.

Es época de exámenes, es momento de repasar todo lo aprendido durante el curso en unos pocos días. ¿Tienes buenos hábitos de estudio? ¿Mimas a tu cerebro?

TIPS básicos para el estudiante:

1. Escoge un lugar apropiado para estudiar:
  • Busca un lugar de trabajo despejado y ordenado. Si no estamos muy motivados hacia la tarea nos llamará la atención el más ridículo de los detalles, así que debemos eliminar todo tipo de posibles distracciones.
  • Ten cuidado con estas fechas, hace muy buen día para ir a la playa o al río, pero no te engañes, por mucho que te lleves los apuntes no vas a poder mantener tu atención!
2. Programa un horario: 
  • Busca las mejores horas en las que puedes concentrarte y marca un tiempo determinado que vas a dedicar exclusivamente al estudio. Deja unos 10 minutos de descanso cada hora, y respeta los tiempos para comer. Eso sí, sé rígido con los horarios; si te has propuesto comenzar a las 9, empieza a las 9, y no 5 minutos más tarde. 
  • Evita mirar el facebook antes de ponerte a estudiar, o ver un poco la tv,... recuerda que cuanto más lo pospongas más pereza te va a dar y antes perderás la motivación.
3. Mantén la motivación:
  • Focaliza tu atención en el objetivo principal. ¿Qué recompensa te aportará haber aprobado? pasar de curso, conseguir una plaza en una función pública, demostrarte a ti mismo que eres capaz de adquirir todos esos conocimientos, etc.
  • Confía en tus capacidades, sí de verdad estás siendo constante en tu estudio puedes conseguirlo.
4. Cuida de tu cerebro:
  • Nuestro cerebro consume el 20% de las calorías ingeridas, así que vamos a tener que alimentarnos bien porque estudiar también requiere de energía. Necesitaremos glucosa (verduras, frutas, cereales, etc.) para potenciar la energía, omega3 (pescado azul, semillas, frutos secos, etc.) para favorecer la memoria y vigilar el consumo de cafeína, aunque nos mantiene despejados, puede crear ansiedad y dolor de cabeza.
  • Olvídate de estudiar muchas horas seguidas y hasta las tantas de la madrugada. Tu cerebro necesita tomarse descansos. No podemos mantener la atención durante tanto tiempo. Sobre todo, no te pases la noche estudiando porque tu cerebro necesita asimilar la información que ha adquirido durante el día, y esto lo hará mientras duermes.
5. Método de estudio:
  • Organízate por temas, sepáralos con clips o por carpetas; no te lleves todo el material de golpe porque sólo el hecho de ver la montaña de apuntes que nos queda por estudiar nos puede causar una gran sensación de agobio.
  • Realiza muchos esquemas, te ayudarán a comprender la información. Además te servirán para el repaso final. 
  • Usa colores para marcar, subrayar, señalar. Puede ser útil como técnica mnemotécnica. 
  • Usa tu imaginación para tratar de entender más allá aquello que te están explicando.
  • También puedes estudiar en grupos de trabajo; una vez que hayáis repasado por vuestra cuenta, podéis juntaros para plantear dudas, explicaros el uno al otro el temario, etc.




Ya sabes...mantén la motivación, la voluntad y la constancia. 
¡A por ello!

miércoles, 15 de mayo de 2013

Inteligencia emocional

Últimamente no paramos de oír hablar de la inteligencia emocional y no paran de decirnos lo importante que es enseñarla, pero ¿qué es? y sobre todo, ¿para qué sirve?

El principal divulgador de este concepto es Daniel Goleman. Su libro "Inteligencia emocional" comienza con una frase de Aristóteles que puede ayudarnos a entender el concepto: 
"Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo."
La inteligencia emocional es la capacidad de saber identificar y gestionar nuestras emociones, de entenderlas y adecuarlas a cada situación. Y del mismo modo, reconocer las emociones ajenas, saber por qué el otro se está sintiendo así, por qué actúa así y cómo puedo gestionar esa situación. Tener el control sobre nuestras emociones nos permitirá mantener el equilibrio entre el lado racional y el lado emocional.

La sociedad en la que vivimos no sólo ha creído que las habilidades de tipo emocional no tienen ningún tipo de importancia, sino que ha impuesto una forma prototípica de comportarse y expresar los sentimientos dependiendo del sexo de las personas. A las mujeres se les permite llorar y expresar su tristeza, sin embargo está mal visto, o se considera poco femenino, que muestren sus enfados o su odio. Por otro lado, no parece extraño que un hombre exprese su rabia pero se les considera "poco hombres" si se sienten afligidos o melancólicos. Por suerte para todos, sí es bien recibido que tanto hombres como mujeres manifestemos nuestra alegría y felicidad.

Podemos considerar que algunas emociones son más positivas porque las aceptamos mejor y otras son negativas porque nos causan malestar. No obstante, todas las emociones son válidas y nos dan información de lo que nos gusta, de lo que nos da miedo, de lo que nos da asco, de lo que nos enorgullece, etc. ¿Por qué deberíamos ocultarlas si son una guía perfecta para reconocer cómo nos afectan las situaciones que vivimos? ¿Por qué reprimirlas si forman parte de nuestro instinto de supervivencia?

No obstante, debemos andar con cuidado y no dejarnos controlar por las emociones, somos nosotros los que debemos controlarlas a ellas. Por lo tanto, supone un desafío muy importante transmitir a los más pequeños las herramientas que les permitan ser felices. Goleman se plantea lo siguente: ¿qué factores entran en juego cuando personas con un elevado CI no saben qué hacer con su vida mientras que otras, con un modesto o bajo CI lo hacen sorprendentemente bien? Él explica que la diferencia está en las habilidades como el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Son el conjunto de habilidades pertenecientes a la INTELIGENCIA EMOCIONAL.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Hemisferio derecho

Siempre se ha identificado la inteligencia con las habilidades de nuestro hemisferio izquierdo: lógica, cálculo, raciocinio, lenguaje, memoria, etc. Este lado del cerebro funciona mediante reglas, orden y es muy organizado. Desde el colegio se nos ha enseñado a desarrollar esta parte del cerebro y se han ignorado las demás habilidades.

Sin embargo, con el tiempo nos hemos ido enterando de que existe otro tipo de inteligencia que tiene que ver con las capacidades ubicadas en el hemisferio derecho: orientación, percepción espacial, creatividad, imaginación, intuición, conecta con nuestro lado emocional. Su funcionamiento no se rige por el tiempo ni por normas se centra en el aquí y el ahora.


Nos han enseñado que es más importante la lógica que la emoción. Y eso está muy bien en sociedades industrializadas en las que no se nos permite salir de lo establecido ni dejarnos llevar pos nuestras pasiones. Sin embargo, esto nos puede llevar a padecer infelicidad por no saber lo que realmente queremos, por no saber relacionarnos, por no saber ver más allá de lo que se nos presenta,...

Cada vez es más importante desarrollar las habilidades de nuestro hemisferio derecho:
  • Identificar las emociones propias y las ajenas:
    • reconocer en qué situaciones estamos más cómodos y en cuáles nos sentimos peor.
    • dar respuestas adecuadas de acuerdo a nuestra afectividad.
    • relacionarnos con los demás
    • estimular la empatía, entender los comportamientos de los demás
  • Creatividad:
    • imaginar nuevas posibilidades
    • desarrollar nuevas actividades, profesiones, etc.
  • Intuición:
    • nos han enseñado a no hacer caso a nuestras intuiciones y a guiarnos tan sólo por la razón. Sin emabargo, Gerd Gigerenzer argumenta que hay procesos mentales en el cerebro que perciben y elaboran deducciones inconscientes donde sólo el resultado pasa a ser consciente. Así que no deberíamos pensar que las intuiciones son menos importantes que la lógica racional.
Os dejo un par de vídeos en los que se explica cómo educar desde la escuela para desarrollar la capacidad del hemisferio derecho:

  • Creatividad:


  • Inteligencia emocional: 


Podéis ver los subtítulos en castellano apretando al botón CC

miércoles, 1 de mayo de 2013

Afrontar la crisis económica previniendo el daño emocional.

Con el recién y funesto dato del paro que recibimos hace tan  sólo unos días, hoy, como cada 1 de mayo, celebramos el Día del Trabajador. Para algunos resultará irónico celebrar algo que parece que está en decadencia. Pero para otros supondrá un día muy propicio para recordar que no debemos echar marcha atrás y que hoy más que nunca tenemos que luchar por el progreso social y el empleo y manifestarnos en contra del paro, la pobreza y las desigualdades.

Aunque tratemos de mantenernos positivos, existe una realidad que no podemos ocultar, y es que 6.202.700 personas se encuentran sin trabajo en nuestro país. Muchas de ellas no perciben ningún ingreso  en su hogar, y otras muchas ya se han quedado sin un lugar en el que vivir. 

Es evidente que todo esto puede pasar factura a la salud mental de los más afectados. Y ya no sólo a los que no tienen trabajo, sino también a los que lo tienen pero viven con el miedo a ser despedidos de un momento a otro. Vemos como aumenta, por tanto, el miedo, la presión, la inseguridad, etc. Todo esto son factores que facilitan enfermedades como el estrés, la ansiedad, la depresión e incluso se puede llegar, en algunos casos, al suicidio.

¿Cómo se puede favorecer la salud mental y prevenir enfermedades?

Es importante mantener:

1. Una rutina: aunque normalmente es el trabajo el que nos marca la rutina, es necesario marcar un sendero estable por el que continuar cada día. Esto hará que nos mantengamos orientados en el tiempo y causará sensación de estabilidad y seguridad. Por ejemplo, podemos fijarnos un horario determinado para cada día que dedicaremos a la búsqueda de empleo, otro rato para hacer ejercicio, otro para las obligaciones domésticas, etc.

2. El sentimiento de utilidad: es fundamental sentirnos útiles, sentir que estamos haciendo algo práctico y necesario para nuestra existencia. Puedes fomentarlo poniendo en práctica tu autonomía (no dejes que hagan las tareas por ti), ayudando como voluntario en un área que te sientas cómodo, transmitiendo tus conocimientos, etc.

3. Los objetivos: no pierdas de vista tus metas, aunque la situación parece que impide el logro de tus objetivos, lo que realmente lo impide es que los hayas dado por perdidos. Apúntate, en algún lugar que puedas ver cada día, aquello que quieres conseguir y focaliza tu atención en ello. Pero ya sabes que debes ir paso a paso, toda recompensa conlleva su trabajo y esfuerzo.

4. Una visión optimista: tratar de ver el bueno lado de las cosas. Esto no implica quedarse sentado y esperar que se cumplan mis deseos. Implica actuar como parte activa de la situación, extraer consecuencias positivas, intentar transformar la situación en una oportunidad real de cambio, de reorientación. Un movimiento ciudadano ha creado la liga de los optimistas. Quizá te interese.

5. La conexión con nuestra carrera profesional: no dejar de formarnos, de movernos por "el mundillo", seguir en contacto con los profesionales de nuestro ámbito. Continuamente hay avances en todas las profesiones, sobre los recursos, los métodos, los ámbitos de aplicación, etc No podemos perdernos toda esta nueva información ya que será importante de cara a las entrevistas y para cuando regresemos al mundo laboral. Actualmente hay muchos profesionales que imparten cursillos de forma gratuita:


6. Las redes sociales de apoyo: no es bueno quedarse en casa abatido y desconectado de nuestro alrededor. Es básico para el bienestar psicosocial mantenerse apoyado en la familia, en los amigos o en los recursos sociales que están a nuestra disposición en los servicios sociales de nuestro barrio.

7. Una actitud de atrevimiento: durante todo este tiempo nos hemos mantenido en una zona cómoda donde todo estaba a nuestra disposición y no teníamos que hacer grandes esfuerzos. Ahora es el momento de lanzarse y atreverse a dar el salto para llevar a cabo aquel proyecto con el que siempre habías soñado. Si te da miedo pide ayuda. Si no ves claro el camino, da el primer paso y verás como comienza a vislumbrarse. Pero emprende, ahora es el momento, no hay nada que perder.

8. Modelos positivos: cuando estamos con un estado de ánimo depresivo, tendemos a fijarnos en los peores casos. Esto confirma que no somos los únicos en una mala situación pero nos impide avanzar. Es bueno para mantener la esperanza prestar atención a aquellas personas que siguen trabajando o que emprenden nuevas actividades y se mantienen activas. Rodearnos de personas positivas y entusiastas puede servirnos para coger ideas y pueden ser ejemplos a seguir.

Mantén el ánimo y recuerda que ¡lo mejor está aun por llegar!