miércoles, 1 de mayo de 2013

Afrontar la crisis económica previniendo el daño emocional.

Con el recién y funesto dato del paro que recibimos hace tan  sólo unos días, hoy, como cada 1 de mayo, celebramos el Día del Trabajador. Para algunos resultará irónico celebrar algo que parece que está en decadencia. Pero para otros supondrá un día muy propicio para recordar que no debemos echar marcha atrás y que hoy más que nunca tenemos que luchar por el progreso social y el empleo y manifestarnos en contra del paro, la pobreza y las desigualdades.

Aunque tratemos de mantenernos positivos, existe una realidad que no podemos ocultar, y es que 6.202.700 personas se encuentran sin trabajo en nuestro país. Muchas de ellas no perciben ningún ingreso  en su hogar, y otras muchas ya se han quedado sin un lugar en el que vivir. 

Es evidente que todo esto puede pasar factura a la salud mental de los más afectados. Y ya no sólo a los que no tienen trabajo, sino también a los que lo tienen pero viven con el miedo a ser despedidos de un momento a otro. Vemos como aumenta, por tanto, el miedo, la presión, la inseguridad, etc. Todo esto son factores que facilitan enfermedades como el estrés, la ansiedad, la depresión e incluso se puede llegar, en algunos casos, al suicidio.

¿Cómo se puede favorecer la salud mental y prevenir enfermedades?

Es importante mantener:

1. Una rutina: aunque normalmente es el trabajo el que nos marca la rutina, es necesario marcar un sendero estable por el que continuar cada día. Esto hará que nos mantengamos orientados en el tiempo y causará sensación de estabilidad y seguridad. Por ejemplo, podemos fijarnos un horario determinado para cada día que dedicaremos a la búsqueda de empleo, otro rato para hacer ejercicio, otro para las obligaciones domésticas, etc.

2. El sentimiento de utilidad: es fundamental sentirnos útiles, sentir que estamos haciendo algo práctico y necesario para nuestra existencia. Puedes fomentarlo poniendo en práctica tu autonomía (no dejes que hagan las tareas por ti), ayudando como voluntario en un área que te sientas cómodo, transmitiendo tus conocimientos, etc.

3. Los objetivos: no pierdas de vista tus metas, aunque la situación parece que impide el logro de tus objetivos, lo que realmente lo impide es que los hayas dado por perdidos. Apúntate, en algún lugar que puedas ver cada día, aquello que quieres conseguir y focaliza tu atención en ello. Pero ya sabes que debes ir paso a paso, toda recompensa conlleva su trabajo y esfuerzo.

4. Una visión optimista: tratar de ver el bueno lado de las cosas. Esto no implica quedarse sentado y esperar que se cumplan mis deseos. Implica actuar como parte activa de la situación, extraer consecuencias positivas, intentar transformar la situación en una oportunidad real de cambio, de reorientación. Un movimiento ciudadano ha creado la liga de los optimistas. Quizá te interese.

5. La conexión con nuestra carrera profesional: no dejar de formarnos, de movernos por "el mundillo", seguir en contacto con los profesionales de nuestro ámbito. Continuamente hay avances en todas las profesiones, sobre los recursos, los métodos, los ámbitos de aplicación, etc No podemos perdernos toda esta nueva información ya que será importante de cara a las entrevistas y para cuando regresemos al mundo laboral. Actualmente hay muchos profesionales que imparten cursillos de forma gratuita:


6. Las redes sociales de apoyo: no es bueno quedarse en casa abatido y desconectado de nuestro alrededor. Es básico para el bienestar psicosocial mantenerse apoyado en la familia, en los amigos o en los recursos sociales que están a nuestra disposición en los servicios sociales de nuestro barrio.

7. Una actitud de atrevimiento: durante todo este tiempo nos hemos mantenido en una zona cómoda donde todo estaba a nuestra disposición y no teníamos que hacer grandes esfuerzos. Ahora es el momento de lanzarse y atreverse a dar el salto para llevar a cabo aquel proyecto con el que siempre habías soñado. Si te da miedo pide ayuda. Si no ves claro el camino, da el primer paso y verás como comienza a vislumbrarse. Pero emprende, ahora es el momento, no hay nada que perder.

8. Modelos positivos: cuando estamos con un estado de ánimo depresivo, tendemos a fijarnos en los peores casos. Esto confirma que no somos los únicos en una mala situación pero nos impide avanzar. Es bueno para mantener la esperanza prestar atención a aquellas personas que siguen trabajando o que emprenden nuevas actividades y se mantienen activas. Rodearnos de personas positivas y entusiastas puede servirnos para coger ideas y pueden ser ejemplos a seguir.

Mantén el ánimo y recuerda que ¡lo mejor está aun por llegar!

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