miércoles, 29 de mayo de 2013

Trastornos del Neurodesarrollo

Recientemente, se ha publicado una noticia que crea más controversia aún sobre el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). "El descubridor del TDAH manifiesta antes de morir que el TDAH es un trastorno ficticio". La noticia es escueta pero ha llamado mucho la atención, y no es para menos. Lo peor de todo, es que el psiquiatra en cuestión, Leon Eisenberg, ni siquiera quería decir eso. Una mala traducción ha malinterpretado lo que realmente quería decir; el TDAH sí existe pero está siendo sobrediagnosticado.

¿Dónde enmarcamos el TDAH? Este trastorno se enmarca dentro de los llamados Trastornos del Neurodesarrollo (TND). Esto significa que los problemas aparecen durante la formación del Sistema Nervioso por causas relacionadas con factores genéticos, modulados por factores ambientales (consumo de alcohol y tabaco durante la gestación), problemas perinatales y condiciones sociales adversas. El sistema nervioso regula las funciones motoras, cognitivas y emocionales. Por tanto un fallo en el buen desarrollo de éste puede resultar en problemas de coordinación motora, equilibrio, atención, impulsividad, etc.

Dentro de los TND también entrarían los Trastornos del Espectro Autista (TEA) o los Trastornos Específicos del Lenguaje (TEL) entre otros.

Todos estos trastornos suelen encontrarse los unos con los otros, se da por tanto una alta comorbilidad. Es más raro encontrar un TDAH o un TEA puros que un intercambio de síntomas de un trastorno y otro. Teniendo en cuenta esto, nos encontramos con el problema de las etiquetas. Además de los conocidos inconvenientes que causan en el estigma social, muchas veces no es posible poner una etiqueta determinada porque el niño no cumple con los criterios necesarios para recibir un diagnostico determinado. En cambio sí se presentan una serie de síntomas de uno y otro trastorno.

Ante esta situación, Christopher Gillberg propone una actuación temprana e interdisciplinar (psicólogos, neuropediatras, pedagogos, médicos de familia, terapeutas ocupacionales, etc.) para aquellos niños que antes de los 5 años presenten síntomas incapacitantes en uno o más de los siguientes dominios: desarrollo general, comunicación y lenguaje, interacción social, coordinación motora, atención, actividad, conducta, estado de ánimo y sueño. 

Por tanto, independientemente de que encaje más en un trastorno u otro, el niño con síntomas de un TND debe recibir atención temprana porque no hay que olvidarse, de que estamos hablando de un periodo en el que aun está madurando el cerebro, un periodo crítico del aprendizaje. 

Referencias:
  • Christopher Gillberg. The ESSENCE in child psychiatry: Early Symptomatic Syndromes Eliciting Neurodevelopmental Clinical Examinations. Institute of Neuroscience and Psychology. Child and Adolescent Psychiatry. University of Göteborg, Sweden.
  • Josep Artigas (editor) El niño incomprendido. Amat editorial
  • J. Artigas-Pallarés. Atención precoz de los trastornos del neurodesarrollo. A favor de la intervención precoz de los trastornos del neurodesarrollo. REV NEUROL 2007; 44 (Supl 3): S31-S34



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